Estos sucesos corresponden a la Tierra 30.
Es un cliché pero es verdad: las mejores cosas suceden cuando menos lo esperas. El colectivo, una visita, un beso, plata en pantalones, una oferta o el postre que dejaste en el freezer y que te habías olvidado de comer. Yo estaba en modo "off" luego de hacerme la película con una chica, zombie total, celular en el otro lado de la casa para no tentarme, salir a correr para no estar encerrado, haciéndome un track list para salir adelante (el soundtrack de Rocky me ayudó mucho). Pero más que nada un encuentro, una casualidad.
En una de esas corridas aproveché a pagar la luz en el centro, más específico (Independencia casi Luro). Al terminar me dirijo hacia la esquina donde desembocan ambas avenidas, mientras espero el semáforo escucho alguien que me llama...
Una chica con un acento raro, linda, rubia, muy parecida a Joey Lauren Adams en Chasing Amy. Yo deduciendo su rostro y acento sigo callado.
-Gracias, mira, nosotros somos de Médicos Sin Fronteras, una O.N.G que se especializa en asistir a los más necesitados alrededor del mundo. Has escuchado hablar de nosotros?
-Ehhh ah si, no son los que les hace propaganda Natala Oreiro en la tele?
-...no sé, no la conozco, nosotros asistimos por ejemplo a los terremotos de Japón y Haití, las inundaciones que hubo acá en Argentina y en Siria con el tema de los atentados que yo asistí. Y mi compromiso ahora con la causa es recaudar fondos para ayudar a los más necesitados.
Me explica los precios que arrancaban en $120 con tres vacunas y terminaban en $500 con un traje especial contra el ébola. La chica ya me gustaba pero cuando me empezó a hablar de sus aventuras en Siria, que estuvo en uno de los hospitales que bombardearon y ya a esa instancia estaba enamorado.
Tenía en frente mío a Tomb Raider cuando lo más peligroso que hice en mi vida fue abrir la heladera descalzo.
Me explica los precios que arrancaban en $120 con tres vacunas y terminaban en $500 con un traje especial contra el ébola. La chica ya me gustaba pero cuando me empezó a hablar de sus aventuras en Siria, que estuvo en uno de los hospitales que bombardearon y ya a esa instancia estaba enamorado.
Tenía en frente mío a Tomb Raider cuando lo más peligroso que hice en mi vida fue abrir la heladera descalzo.
Muy normal y nada paranoico mío, ya comienzo a imaginar cómo sería nuestra vida si estuviéramos juntos: ella rescatando nenes, vacunando, yo documentando todo para mi libro que cuando lo publique va ser Premio Nobel de la Paz y Literatura porque va ser tan genial que se lleva dos premios. Y en nuestros ratos libres combatir al ISIS al estilo Rambo y amarnos con varios atentados de fondo.
Lamentablemente en la vida real yo le había dado todos mis datos personales y por último me pidió mi número de celular para concretar la transacción monetaria que se hace únicamente mediante tarjeta de crédito. Ahí es cuando me pongo nervioso porque soy muy malo con los números y termino pasándole el número de mi mamá, muy atractivo hablar de madre.
-Dale, Genial Nico, gracias por la ayuda. Te llamo mañana a la mañana. Mi nombre es Stephanie Darling.
-Un placer querida.
A las 9am era un don nadie que se agitaba corriendo dos cuadras y tratando de olvidar. A las10am era un don todo con ganas de salvar al mundo con una musa que me inspiraba hacerlo.
La realidad me golpeó de lleno al otro día cuando llegó madre a casa y me di cuenta de que la tarjeta está a nombre de ella, y que yo solamente tengo una extensión de la misma.
-Escuchame una cosa Nicolás. Esta mañana me llamó una chica con acento extraño preguntando por vos. En qué andas?
-PERDONAME MAMÁ, ES QUE ESTOY ENAMORADO. Es una chica genial que está en Médicos Sin Fronteras y que recauda fondos para ayudar a los más necesitados y quería contribuir con unas vacunas y botiquines.
-Te vieron la cara de estúpido, es todo mentira para robarte la plata como los evangelistas.
-Pero vos no la conoces a Stephanie como yo la conozco, no me podría mentir, estuvo Siria. Aparte es mi oportunidad de ayudar a alguien y conocerla de paso.
-Esto te pasa por estar todo el día al pedo Nicolás. No sé, yo no quiero que ahora me llamen todo el tiempo. Total es tu plata. No quiero ningún lío con la tarjeta después y que tu padre no se entere.
Mis emociones me decían que vaya con todo, pero mi razonamiento me decía que era una engaña pichanga, osea, creo en la causa pero sinceramente a mí no me interesa, me interesa Stephanie que ella si estaba involucrada en el tema. El problema es que si llama, le paso los datos por teléfono y queda ahí. "Gracias por colaborar, chau". Tenía que verla una vez más, manotazo de ahogado. En el otro lado de la planilla me había anotado los horarios que estaba en la calle ante cualquier consulta. Perfecto, "elevad anclas que auguro vientos favorables".
14pm se iban los del grupo, 13:50 estaba yo del otro lado mirándola a ella a una cuadra de distancia, la gente programada yendo a trabajar o a estudiar, ella, la distinta. su flequillo, su actitud, va, viene, sonríe, tiene calor o yo tengo calor? Y yo ahí, atontado, sin pestañear para no perderme ni un solo plano de ella, con el soundtrack de Rocky de fondo para motivarme.
Tienes corazón hijo, pero peleas como un maldito mono!
13:54 en el semáforo, 13:55 cruzo y estoy con ella, me presento, me reconoce (bien Pratto te tiene), 13:56-13:58 arreglamos el tema de la tarjeta, obra cartitativa hecha, 13:59 lo serio.
-Disculpe si resulto maleducado. Pero le gustaría ir almorzar cuando termine su turno?
Si, cuando quiero tratar de levantarme a una chica hablo como si tuviera 70 años. Una leve sonrisa y silencio de su parte...
-Mira, justo ahora estaría terminando mi turno, a todos los demás chicos los pasan a buscar en una combi, menos a mí que vivo en el centro así que podría salir.
-De acuerdo...
-Ah, pero antes debo ir al hotel a cambiarme así no voy así. Te parece bien encontrarnos 14:30 en el teatro ese que queda cerca de la catedral?
-El Teatro Colón, dale. Nos vemos.
Estaba agradecido porque me habían rechazado pero de una manera digna, fue muy amable. Mi idea era que esa media hora no iba ocurrir e iba almorzar tipo.
Fui a la salida del teatro donde hay una banca y me senté, miré la grilla, mes de danza y tango. 14:27 ¿Qué hago acá? Basta Pratto. ¿Por qué seguís idealizando tus fantasías? 14:29 aparece a media cuadra y siento lo mismo que sentí cuando fui al cine a ver Star Wars 7: El Despertar de la Fuerza. Tenía el pelo suelto, vestido floreado y zapatillas nauticas, bastante común, pero era Tomb Raider de civil. Me la imaginaba en Siria llena de polvo, ropa rasgada, caos de los atentados y ahora la viva imagen de la pulcritud. Y yo, yo siempre trato de vestirme dando a entender mis gustos, sobre todo en las remeras: remera de Star Wars, remeras de bandas, remeras de comics, remeras de lo que me guste. Ese día una remera de David Bowie.
-Hola, otra vez. No vi tu remera de Bowie, me encanta. (Objetivo de la remera cumplido)
-Si, terrible el fallecimiento, estuve todo el día escuchándolo cuando me enteré.
-Yo no quería salir de la habitación, lloré una semana entera.
Momento sensible pre-comida, post-comida no sirve porque uno compite con la pachorra de la panza llena y elegir entre comida y el amor es algo totalmente difícil. La pava se pone en mínimo, o como diría Eva Marie Saint en North by Northwest:
Nunca hago el amor con el estómago vacío.
Llegamos al lugar, tuvimos que caminar un par de cuadras demás, pero la recompensa es un lugar donde se come bien, con menú variado (vegano, nunca se sabe como ahora todo el mundo lo es), discreto porque no hay tanta gente al ser nuevo (fin de espacio publicitario).
Lo único que sabía de ella era su trabajo, pero no quería tocar el tema porque soy de las personas que predican que el trabajo queda en el trabajo, es horrible ver al adulto choto que le pregunta al nene "Cómo te va en el colegio?" Basta, a nadie le interesa. Cuestión que tenía un almuerzo por delante y un océano de persona por conocer. Charla va, me dice que le gusta la fotografía, charla viene, le digo que escribo y espero dedicarme a ello en un futuro. Charla va, me dice que es de Suecia, charla viene, le tiro lo único que sé de Suecia que no sea el jugador de fútbol Zlatan Ibrahimovic y ABBA, es cine, osea Ingmar Bergman.
-Suecia me parece hermoso, amo el invierno, es mi estación favorita. Lo único que conozco culturalmente de allá es a Ingmar Bergman.
-Jajaja, no puedo creer que lo conozcas. Igual es conocido, pero todos lo que me dicen cuando se enteran de que soy sueca es acerca del frío. Hay más cosas que nieve y ríos congelados. Mi película favorita es Un Verano con Mónica, todos te dicen El Séptimo Sello, pero siendo sincera, me aburre.
Recorramos el mundo salvando nenitos y combatiendo las fuerzas del mal
-Yo soy más de Persona y Fresas Salvajes. Liv Ullmann por favor, que actriz.
Obviamente que estaba la barrera cultural, yo le decía Virus y ella me tiraba Rednex. Dos mundos opuestos que terminaban cuando hablamos de los Beatles. Ya habíamos almorzado, (yo ñoquis con salsa mixta y ella raviolones de zapallo), amago para pedir café pero me dijo que estaba cansada así que la acompañé hasta el hotel. Peeeero, número de celular de por medio. (Avanza tres casilleros)
Al otro día la duda, el ser o no ser del siglo XXI: Mando yo mensaje o espero? Pese a cualquier pronóstico, hago primera yo:
-Estaría bueno que para honrar a Bergman, un encuentro con vino de por medio y un libro como regalo. (Arriesgado, lo sé, pero no tenía nada que perder)
-Hahaha, buen día. Me encanta, qué será?
-Tendrá que esperar.
-No me gusta tomar vino al mediodía, prefiero a la tarde noche, te parece a las 19 en el mismo lugar?
-Perfecto. Hasta entonces.
Bien, tranquilo, es una cita normal, esta vez con alcohol, ya sabés lo que ocurrió la otra vez que tomaste, las cosas terminaron bien, te desenvolvés más. Lugar y ahora exactos los dos llegamos, un abrazo sorpresivo-alerta-alerta-alerta, 1,2,3,4 nos soltamos. Nos sentamos y ordenamos, yo tenía una carta para seguir la aventura fuera del bar, el post vino. Vino tinto sin nada para acompañar porque había merendado hace poco, yo igual. Le entrego el libro: las memorias de Bergman con una nota melosa en agradecimiento a la salida y la causa por la que lucha. Beso de agradecimiento, charla, media botella, manos entrelazadas, se acaba, mirada cómplice, comentario meloso, la botella se acabó, risas para aliviar la tensión...su flequillo, el sobretodo, sus manos suaves, sus actos, que una chica me hable, pasar un buen momento, no sé, falta Coltrane de fondo pero no es una película, radio de fondo, éxitos del pasado y para mi fortuna cuando estamos por irnos suena ABBA. La señal, es ahora o nunca, Dancing Queen, de fondo, ella, sus labios embriagantes y yo.
Beso,1,2,3,4,5. Abrazo, 1,2,3,4. Su cuello, su perfume, 1,2,3. Su pelo,1,2. Sus ojos,1. Empieza a llorar. No lo tomé como algo malo, de hecho yo también tenía ganas de llorar, no sé de alegría, de pasarla tan bien con una persona que no esperaba conocer en mi vida.
-Disculpame Nicolás, te tengo que decir algo.
(Silencio)
-Mañana me voy de Mar del Plata porque me necesitan en otro lugar donde hay más necesidad. Ya recaudamos lo necesario.
Ojalá no hubiera donado así se quedaba un día más. Aunque sea una charla más por favor. Tenía que escapar del momento triste y tirar un chiste.
-No hay drama Stephanie, aún hay un lugar que te hace falta conocer. Manolo, tenes que probar los churros Manolo.
No tenía hambre pero estaba triste, los probó y le encantó, obvio, son los churros de Manolo. Caminamos en zig zag la vuelta al hotel, vaya a saber uno si por el alcohol o por el hecho de que no queríamos llegar a destino. No se había ido y ya la extrañaba. Al llegar la misma secuencia, beso, cuello, perfume, pelo, ojos, llanto.
Nos vimos una vez más al otro día cuando la acompañé a la terminal, pero ya era distinto, la luz del día, el sueño, la vivencia que pasaría a ser un recuerdo grato, futuros "te extraño, gracias por estos dos días".
No me curó de ninguna enfermedad pero me hizo apreciarme mejor.