jueves, 18 de mayo de 2017

Medianoche en Mar del Plata



Esta historia no comienza a orillas del río Sena ni caminando por Montmartre. No tiene a la orquesta de Sidney Bechet ni a Django Reinhardt de fondo. No tiene un aire de nostalgia por lo no vivido. Arranca pasada la medianoche en la parada del 551 en San Luis y Colón.

Las paradas de colectivo son parte de algunos fetiches que tengo, debo tomar el colectivo en lugares donde hayan tenido un significado importante para mi. Está la ya mencionada, la de Luro y Salta, San Luis y Alberti y así. Pese a que me quede a contramano del laburo, la parada de Colón es mi elegida ya que en plena avenida, con una farmacia abierta y una parada de taxis, tengo menos probabilidades de que en la noche me suceda algo. 

Estaba solo escuchando música, deseando que el colectivo de la 1:30 no sea el 553. En el semáforo para un auto a más no poder de música y con una chica en el asiento de acompañante, nos miramos y los dos seguimos en la nuestra, yo con mi celular y ella siguiendo el ritmo que sonaba. De repente me chistean. 

"Chisssst chisssst. Hey nene!"

Vuelvo a levantar la mirada y la chica me dice:

"Podés creer que mi novió me engañó? 4 años juntos. CUATRO".

La verdad no tenía nada para decirle, soy muy Internet Explorer para decir algo ingenioso en un momento inoportuno. Así que dije lo primero que se me vino a la cabeza:

"No te lo puedo creer. Y bueno, ya fue. Es como diría Vanesa Show en Bendita Tv: Es pescado podrido mi vida".

El comentario causó gracia en ella y en sus compañeras, seguido de un "Tenés razón". El semáforo dio luz verde y nos despedimos con una sonrisa. Mi mirada se dirigió de nuevo al celular y luego para ver si el colectivo venía. Me doy vuelta y veo que el auto hace una maniobra rara, en mitad de la avenida retrocede y para en esa florería de la esquina. Se baja la chica, cruza y me dice:

"Hola. Che, no querés ir a la Combirrita a tomar algo?"

A esta altura mi cabeza era Windows 95 pero pensé: no te conozco, no sé si tus amigas están ya alcoholizadas luego de esa maniobra estilo Toretto, no sabía a qué hora iba a volver a casa, acabo de salir del laburo, estoy sucio luego de haber estado 7hs en una cocina  a 40 grados y huelo a papa frita.

Mientras pensaba todo eso mi cuerpo se transportó inconscientemente al auto y cuando me quise acordar estaba en un auto con tres chicas cantando Luis Fonsi y yendo pasito a pasito hacia La Combirrita. Me sentía Jerry Lewis en Profesor Chiflado.

         

Por las dudas me senté junto a la ventanilla, cosa de que si era un secuestro me tirara de una y que sea lo que Fort quiera. Llegamos al bar, no soy muy pro de los bares, bah, en realidad de ningún lugar donde haya gente pero bueno. Me propuse que la noche fuera un What If.

Reconozco que no soy un tipo conversador, me gusta escuchar y de última tirar la gran Narosky para quedar bien. Las amigas se fueron con un paisano de cada pueblo y nos quedamos los dos. He mirado todas las películas de Humphrey Bogart para saber qué decir en situaciones como esas de bar a medio cerrar y estando con una chica. No lo habré invocado bien porque la verdad ni se apareció y se formó ese silencio tenso post haber ordenado algo para tomar, ella una pinta de cerveza y yo una gaseosa. 

-Disculpame por hacerte perder el tiempo, la verdad que ni sé lo que hago acá.

-No pasa nada, es mejor que estar esperando un colectivo.

Surgió la charla y el desahogo. Me impresionó que en estos tiempos haya tenido una relación con una duración de un par de años, pero viste, como diría Vox Dei, todo tiene un final, todo termina. Debo reconocer que esa noche tuve prejuicio, ese prejuicio que nos para en un altar de "Qué vas a saber de música si escuchas sólo hits?" "Qué vas a saber de cine si sólo mirás Rápidos y Furiosos?" Pero a fin de cuentas todos estamos conectados, para hablar, para escuchar, porque en la vida hemos sufridos desamores, muertes, así como alegrías y emociones. No importe nuestra apariencia ni gustos. Y esta chica estaba triste, ahora que escribo me imagino el apostar por una relación durante años y que haya terminado así. No me puedo borrar su rostro.

Había pasado poco tiempo pero habíamos hablado mucho. Ella estaba más para un té y a la cama, yo para bañarme y sacar a la perra. Maso menos le respondí con el cassette puesto: el tiempo pasa, tenés a tu grupo de amigas, dedicate a hacer cosas para no hacerte tanto la cabeza, parar la pelota y pensar en lo que vas hacer y así. Más allá de eso creo que cumplí mi función que escuchar, ahora entiendo por qué la gente va a los psicólogos, esa necesidad de contar todo a un perfecto desconocido. 

Vinieron sus amigas para buscarla y me despedí, se ofrecieron a llevarme a casa pero había visto lo que habían tomado y no me quise arriesgar, recomendé que se tomaran un taxi por las dudas. Nos despedimos como si nos conociéramos, sabiendo que no nos vamos a ver más, más que sabiendo, sería deseando así queda este recuerdo y nada más. 

Me dirigí a mi parada fetiche de San Luis y Alberti. Vino el 551 y el viaje duró tres temas de Creedence. Cansado y con ganas de meterme a la ducha llego a casa pero la noche no había terminado. Siempre se vuelve al primer amor diría Gardel, me quedaba la cita más especial.

jueves, 24 de noviembre de 2016

Corre Pratto Corre

 


El día en que me hice uno con la speed force.


Época del Festival de Cine, época hermosa en la que uno planea y ahorra para hacerse una panzada de películas de distintinas partes del mundo. En este caso, así como un dúo  a lo Chewie y Han Solo, estaba acompañado de Stefanía. Ella elige las películas y yo me ocupo de averiguar día y horario de la misma.

Y una de las cosas más fundamentales del festival que es, "Qué hacer en el lapso de dos películas en un mismo día". Pasear? Ver qué onda? Perderse en la Peatonal San Martín y terminar muerto en la escollera? No Señor, es acá cuando le doy vía libre a nuestros auspiciantes: Crip, La Fonte D'Oro, La Cuadra y Balcarce. Pasado el chivo ya teníamos nuestra semana armada y lo más importante, la función del lunes a las 10:40, donde estrenaban "No te olvides de mi", grandiosa película de Fernanda Ramondo y protagonizada por Leonardo Sbaraglia (el amor de Stefanía).

Llega el esperado martes, me despiertan a las 6:43am con un mensaje para que no me duerma, si, había mucha ansiedad para ver la peli. Cuestión que yo me preparo bien: me baño, desayuno. Cosas a llevar: documento, carnet de la obra social, sube y programa del festival. Salgo, me tomo el colectivo, casi llegando me toco los bolsillos:

"SOY UN PELOTUDO, SOY UN PELOTUDO, SOY UN PELOTUDO". 

Corro para bajarme del bondi como sea: me había olvidado las entradas. Eran las 10, la película comenzaba y 40. Lo peor de todo es que estando en la parada, saco el celular para avisarle de lo que me había ocurrido y ella ya estaba en el cine. 


Tenía que ser Flash al menos durante 20 minutos, llego a casa, agarro todas las entradas (no vaya ser que agarra las equivocadas) y salgo. El colectivo llegó y 20, son 15 de viaje, tengo un margen de 5 minutos para hacer 7 cuadras y subir al tercer piso donde queda el cine. SE PUEDE. 

Iba minuto a minuto haciendo las cuentas y tocándome los bolsillos para verificar que tenía las entradas. El colectivo toma otro camino porque estaban arreglando las calles, 2 minutos menos, tenía 3 para hacer el trayecto a pie. Ya estoy por llegar hasta que el colectivo se detiene en una esquina, por favor ahora no, cualquier día pero hoy no! Se sube un policía y empieza a revisar el colectivo, TREMENDO WTF. 2 minutos menos, tenía ahora 1 para hacer 7 cuadras. 

Me bajo, no sabía en qué pensar, ya estaba transpirado de los nervios, ah, y estaba de zapatos. Agarro el celular, voy a la galería de música, necesito inspiración: EYE OF THE TIGER.

            

Philadelphia era Mar del Plata, yo era Rocky, las siete cuadras era Apollo. Arranco con quinta, el deseo de ver la película, de llegar, de todo el esfuerzo involucrado...tardó una cuadra y media. No tengo un motor V8, soy un chico que siempre se llevó educación física y que además estaba siendo ahorcado por los auriculares.

Recupero aliento, otro pique, ahora si Stefanía, te juro que llego, el celular me vibra, contesto sin aliento:

-Nico, dónde estás?

-Aaslgkuasad Eye of the tiger. Estoy corriendo.

-Boe, estoy adentro.


Último pique, empiezan los calambres, un hombro me empieza a pinchar. Estoy tirando rayos de la velocidad, rayos o pedos, era una Zanella con el caño cortado. Veo el edificio, estoy en la cuadra, entro. Miro al de seguridad que ya me mira corriendo y cree que soy un tipo del Isis.

-No se puede correr en el shopping.

-No importa maestro, estoy enamorado.

Subo por las escaleras, no doy más, el estómago me pinchaba, me faltaba la respiración, brazo izquierdo dormido, saliva acumulada. Pero llegué.

         

Ahora bien: era el cine correcto? Yo estaba en el Aldrey, no era en el Ambassador la función de hoy? Llego y no la veo a Stefanía.

"SOY UN PELOTUDO, SOY UN PELOTUDO, SOY UN PELOTUDO". 

-Disculpame, vos sos Nicolás?

-Sisi.

-Bien, vos conocés a una chica llamada...

-Stefanía, si.

-Ella entró a la sala y me dijo que vos ibas a llegar tarde. Tenés las entradas?


Por fin una buena, ya eran 10:45. Había pasado todo en 6 minutos. Bolt tiene el record de 100 metros en 9.8 segundos. Dame un mes de entrenamiento y se lo rompo. Entro a la sala, pensando que me había perdido minutos de la película pero no, estaba la Jose María pidiendo que apagaran los celulares. 

Como sea, transpirado, atontado, con un principio de ataque al corazón. Había llegado, gané en el último round.



jueves, 22 de septiembre de 2016

Una mujer en el kindergarten


"No eres un poco bajo para ser un stormtrooper?"

El otro día estaba en un casorio donde el tema de charla en la mesa eran las citas, el cómo ha cambiado el cotejo por así decirlo, y más ahora donde la salsa se cocina en las redes sociales. Hubo comensales prehistóricos que tiraron su época con el ICQ, el Renacimiento con el Messenger y hasta llegar a mis tiempos con Facebook y recién ahora con Whatsapp que es una aplicación que cumplo un año con ella y que todavía me cuesta usar (gracias a dios por la opción "silenciar conversación")

Haciendo un poco de revisionismo acerca de mis sociales con conocidos-amigos, caigo en que el punto de partida, de que fue gracias a facebook. Llamemosle falta de vida real, inseguridad y timidez propia que mediante una ventana virtual las disminuyo y parezco genial, porque todos en estas plataformas somos cool, el tema es cuando hay que ir a los bifes. Y hablando de bifes me he llevado varias cachetadas, pero mayormente la otra persona se lleva más por un factor que siempre que conozco a una persona  me lo hace saber:

"Pensé que eras más grande, tipo 25".

Que conste que en mi biografía dice que yo cumplo el 23/06/1996, ergo tengo 20. Parece medio propaganda de tratas o de violadores, tranquilos, no soy católico, pero el no chequear con quién vas a salir, una stalkeada previa, puede fomentar varios malentendidos. Como en este caso.

Andrea tenía algo especial: su nombre. No sé por qué pero en ese entonces me encantaba ese nombre, es más, la almohada que uso como apoyo y que además uso para cucharear, se llama Andrea. La fantasía era completada si se llamaba Andrea y era profesora sustituta de Educación Física, no me acuerdo el por qué tal detalle. No he conocido mujeres con ese nombre, salvo la que estoy escribiendo, era algo que me interesaba.

No se lo conté a nadie esto, salvo a un amigo que me dijo:

"Nosotros si conocemos a una Andrea. No te acordás? Batman The Mask Of Phantasm".




Y claro, me había olvidado, Andrea Beaumont, la mujer por la que Bruce Wayne estuvo decidido a dejar de ser Batman para vivir con ella. Pero se termina yendo y lo deja al caballero de la noche.

La conocí a Andrea por un contacto que había compartido un estado de esos virales de intercambiar libros, nos agregamos para coordinar la semana que viene. En esos días empezamos la charla típica: gustos, metas, chistes hasta que llegó el día.

Tanta charla que no habíamos acordado bien cómo iba a ser la cosa:

"Nos vemos en el Café Martinez que está en frente de la Plaza Mitre".

Yo como todo amargado pensaba en darle el libro, muchas gracias y hasta luego. Estos terrícolas quieren socializar todo el tiempo.

Como ya he mencionado, antes de encontrarme con alguien que no conozco, me gusta hacer una stalkeada para tener una idea de la persona, ya me ha pasado tirar un chiste de Callejeros a una chica que tiene como foto de perfil y portada frases de la banda. Quedé en el horno. Bueh. La stalkeada previene, pero hay personas que no siguen la regla.

Ya era el horario y como me pasa, soy puntual con personas inpuntuales. Su "llego en 5" fueron de 15 hasta que la veo venir. Trato de establecer contacto visual más sonrisa pero ella no lo capta, me pasa de largo y se queda parada en la esquina conmigo. Saca el celular y dice:

-Que este tipo no se haya ido por favor.

Me acerco...

-Andrea? Hola, soy Nicolás Pratto.

Yo sé lo que significa la decepción porque yo la viví, no me la tienen que contar. Un verano, tendría 9 años, yo estaba en la pileta y veo que entre mis papás hay un movimiento raro, como si quisieran sersiorar que yo estuviera en la pileta y no en otro lado. Yo había escuchado entre semana que me iban hacer un regalo.

"Listo, seguro que es la compu y la están instalando para que la vea ya preparada".

Me llaman y yo practicando mi asombro como los mejores actores, cual Sbaraglia. Viene mi mamá y me dice "seguime que tenemos una sorpesa para vos". Pasamos mi habitación, pasamos la de ellos, pasamos el living. Dónde pusieron la compu? Abren la puerta...

UNA BICICLETA.


   
Hernán Casciari escribió en "El pibe que arruinaba las fotos" que:

"Sólo existe una traición, la original, las demás son un eco de esta".

Y Andrea se sentía traicionada, la misma expresión del Nicolás de 9 años. Para simular amablemente me devuelve la sonrisa...

-Disculpame, no te había visto.

-No pasa nada.

-No creí que eras chico, nunca te dijeron que aparentas tipo 25?

-La historia de mi vida. Entramos?


No sé su edad, y como todo caballero opté por no preguntar, pero ya es una señora. Bien vestida y con buenos modales. Una Mr.Robinson. Yo inmediatamente quise sacarle la idea de que era un nene y reflotar la idea que tenía por medio de las redes sociales. Le doy mi libro que era "Misteriosa Buenos Aires" de Mujica Laines y ella me da una recopilación de cuentos de Tolstoi. Y la charla tomó rumbos literarios, reconoció que no sabe mucho de literatura, prefiere lo light estilo Florencia Bonelli, yo le recomiendo un par de libros para que se vaya iniciando:

-Viste "Midnight in Paris", la de Woody Allen?

-Si, me encantó.

-Te recomiendo "París era una fiesta" de Ernest Hemingway, que también aparece en la película cuando Owen Wilson se sube al auto. Es Medianoche en París pero a través de los ojos de Hemingway, te transporta a esa época.

-Me suena ese escritor, lo voy a comprar.


El café y la charla fueron agradables, la acompañé hasta una cuadra de su gimnasio porque me dijo "podés doblar acá hasta que tomes el colectivo", que en realidad significaba "no quiero que me vean en la entrada con vos". Nos agregamos por Whatsapp y arreglarnos para vernos otro día.

Yo me sentía extraño, había visto El Graduado, la película y mis hormonas del momento no me ayudaban a pensar, pero tenía que luchar con eso y aunque sea parecer normal y no tan "acelerado" para no ensuciarme la boca. Trataba de acotar lo justo y necesario en el chat, no contestar tan enseguida ni tan tarde, si su respuesta era cortante se sigue la charla hasta que la empieza ella otra vez, no quería parecer un pesado. Por Whatsapp todos somos posibles John McClane.

                 

Arreglamos esta vez para almorzar y me tocaba elegir a mí. No quería hacer la obvia de Gûemes ni tampoco el centro, mejor un lugar alejado pero no tanto, los bares-restaurant de Córdoba pre Colón. Viernes 13:30. El lugar era bueno, poca gente, música que acompaña pero a la vez una carta reducida, no importaba. Esta vez ella me tuvo que esperar y cuando la vi no tenía la cara de decepción, ya había quebrado y tenía que mantener el saque.

Yo creo que la segunda cita en estos casos es la más arriesgada. La primera es un café, es corta, da lugar a conocer los gustos de las personas y demás. La segunda por lo general es un almuerzo o cena, hay más tiempo y ya se tratan temas personales como lo que uno hace y las metas que tiene. Yyyy yo sinceramente era un estudiante del secundario cuya meta era terminarlo luego de haber repetido más de tres veces. No le podía decir eso porque es lo más bajonero para decir y arruinaría todo el tema del chico maduro de la anterior cita.

Actualmente trabajo en un estudio de abogados, hace casi 4 años que estoy ahí y he aprendido algo que se puede usar el cualquier momento, algo denominado "Lengüaje de abogados". Decir la verdad endulzada, pero verdad al fín. En un juicio no se dice "Esta persona le chocó el auto". Se dice "Esta persona lo embistió". O "Quiso matarlo", es "Cometió un homicidio negligente". Entonces poniéndome el traje de Burlando  le digo:

-Estoy terminando mis estudios de Sociales y aún no estoy decidido los estudios que continuaré, me gusta tomarme mi tiempo para planificar bien el siguiente paso.

-Qué bueno, que la ansiedad no juegue una mala pasada a la hora de decidir. 

Por su parte ella trabaja en el rubro de hotelería, separada hace un par de años y madre de un hijo adolescente. Yo escuchaba lo que decía y acotaba en cada silencio, y aparte porque aprecio cuando una persona habla ya que soy de los que prefieren escuchar.

Cuando salgo con una chica, llamemosle realismo o inseguridad, siempre pienso: "Ella puede estar con una persona mucho mejor que yo, osea, sos linda, simpática. No te digo que soy un ser deforme y aburrido pero soy alguien regular, mediocre. Vos estás para algo mucho mejor". 

Estaba en ese pensamiento bajonero mientras ella me hablaba de una persona que estaba conociendo hace poco, y le tiraba frases para que guiara. Un poco irónico que un chico de 17 le tire a una señora tips de hombes pero no podía estar todo el almuerzo en silencio:

-Y fijate, hay que ir conociendo a las personas para no llevarse sorpresas. El modo en que te trata y trata a los demás, si es respetuoso, educado. Ojo, capaz usted quiera algo pasajero y ese es otro plano que desconozco porque no me gusta eso de ahora, es como si las personas fueran descartables y no existiera el compromiso.

-Por favor Nico, no me trates de usted que me hacés parecer más vieja. Pero si, tenés razón, por eso me separé. 

La acompañé hasta el hotel donde trabaja y nos despedimos:

-Gracias por el grato almuerzo. Seguile con el hombre que por ahí, quién sabe? Crucemos los dedos. No me dijiste cómo se llama.

-Jaja. Se llama Nicolás Pratto. Hablamos cuando llegue a casa.

Era Benjamin Braddock.

           


Hace unos meses hablando con un conocido acerca de las veces que nos enamoramos en el transporte público me decía:

"A mí me pasó con una chica llegando a Retiro, hubo cruce de miradas y sonrisas. Hasta que me dije 'por qué no?' y le hablé. 'Querés ir a tomar un café?' y me dijo 'Disculpame pero tengo novio'. Le pifié".


Pero qué hubiera pasado su hubiera dicho que si. Nosotros vamos con la espera de recibir un no, pero y si sucede? Nos bajamos y tomamos el café o ante inesperada respuesta nos tiramos de la ventana? Yo estaba en esa.

Andrea tenía en nombre, tenía el atractivo, la amabilidad. A veces nos enroscamos en idealizar esa fantasía del concepto que tenemos de la mujer cada uno. Pero no pensamos en nosotros mismos en crecer como persona para estar a la altura de la situación. Ella era una mujer, y yo un chico jugando a ser grande.

Seguimos hablando, cada vez más seguido. Se disculpó por si me había incomodado.

-Por favor Andrea, no pasa nada.


-No lo entiendo. Sos una persona correcta, muy amable es como que estoy con vos y me traes tranquilidad. Cuándo nos vemos?


Seguía dudando hasta que nos volvimos a ver luego de dos semanas. Como el día estaba lindo salimos a caminar y a ver una muestra en el Auditorium. Me mira llegar y el rostro de la Andrea de la primera cita volvió, decepcionada. La salida estuvo acompañada de silencios, no sabía cómo remarla, no entendía qué le había pasado, hace media hora por whatsapp estaba todo bien. La salida fue corta porque me dijo que se había olvidado de algo. La acompaño hasta su caso hasta que le pregunto:

-Pasó algo Andrea? Te noté algo cerrada hoy a diferencia de los días anteriores. 

Nos besamos, pero fue un sin beso, el beso que arranca pero se corta en medio del éxtasis. Se acuerdan de Volver al Futuro cuando Lorraine trata de besar a Marty en el auto? Ella tenía la misma expresión, era Lorraine.


-Disculpame Nicolás pero no puedo. La verdad que te agradezco estas semanas porque sos la única persona que me escuchó cuando me sentía sola y me hacía sentir bien y acompañada. Sos una persona muy agradable, caballero, a veces en demasía porque estás en todos los detalles. Pero hoy te vi llegar y tenías una remera de Star Wars, mi hijo es fanático de Star Wars. Caí que vos tenés la edad de mi hijo, que estás terminando el secundario, que tenés una vida por delante.

GEORGE LUCAS ME ARRUINÓ UNA CITA.

En Star Wars los Caballeros Jedi son como una especie de monjes, no pueden entablar relación amorosa alguna ya que deben estar al servicio de la Galaxia en todo momento. En ese momento me había convertido en el Maestro Yoda. 

Tuvo los ovarios de los huevos que yo no tuve para ver la realidad.

Nos distanciamos un tiempo, casi un año hasta que volvimos a hablar. Estaba en pareja y por ser mamá, feliz. Ya no era Lorraine, tenía el rostro de la Andrea de la segunda cita.

Mientras tanto yo sigo siendo más Yoda que nunca.



Igual me hubiera gustado ver los juguetes que tenía el hijo.

sábado, 20 de agosto de 2016

El chico equivocado


"Dios crea al dinosaurio. Dios destruye al dinosaurio. Dios crea al hombre. El hombre destruye a Dios. El hombre crea al dinosaurio. El dinosaurio come al hombre. La mujer hereda la Tierra."

No tengo la costumbre de salir, la última vez que salí estaba como hit el Bombón Asesino así que hacete la idea. No salgo varias razones:

La gente: me siento observado y trato de pensar cada movimiento que haga, más si estamos comiendo, la ubicación de los cubiertos, el vaso y nunca pedir algo que se coma con las manos para no llamar demasiado la atención, la pasta es mi aliada en esas ocasiones.

La juntada: muchos amigos y bochinche, igual que la gente pero un poco más de confianza, hablás un poco de todo y todo de nada, no empezás un tema que ya otra persona te interrumpe. Yo prefiero el mano a mano.

Mejor opción: quedarse en casa a mirar películas. Podré haber pasado el reviente de mi vida, Hangover, Animal House, Weird Sciense, todo. Pero si llego a casa, prendo la tele y veo ya empezada en Space, Indiana Jones y El Templo de la Perdición, perdí la noche. Aparte todos sabemos que las mejores películas las pasan a la medianoche-madrugada.

Por eso me impresioné mucho cuando recibí un mensaje-invitación-para-salir.  Al principio me lo tomé en joda, que era un virus, o una broma. Luego de stalkear vi que era una chica, de carne y hueso, ningún bot.

"Holaaa, tengo la fantasía de ver Psicosis, tomar vino y hablar de Hemingway".

Analizando el mensaje:
"Holaaa": Saludo afectuoso.
"Psicosis": Bien.
"Vino": Extraño, pero el extraño interesante,
"Hemingway": Medio cliché porque era la época de la película "Midnight in Paris".
Ortografía: aprobado.

Por primera vez me encontraba en una situación despareja. 

Yo no la conocía a ella pero ella a mí si, algo, porque con el vino se equivocó, yo no tomo alcohol. Pero con Psicosis y Hemingway si, me repartió algunos golpes. Knout cuando la stalkeé,  Pocas fotos de ella (bien), muchas de bandas y películas: The Smiths, Joy Division, Kubrick, Tarantino, Amelie (ouch).

                             Le están meando la tumba a Neruda.

Estados? La mayoría frases de Frida Kahlo, Dalí o Picasso. Ya me daba pistas de lo que iba  a pasar más adelante.

Por más que sea linda, algunos gustos que me agradaban, pensaba en dejar todo en un "Jajaja, que lindo" y nos olemos luego porque soy muy vago para moverme. Solamente me pasó una vez de perderme una maratón de Star Wars, dos días consecutivos por una persona, que es como si te dijeran a vos de dar un pulmón por x y lo haces, eso sentí yo y no me arrepiento, pero esta persona me tiró el ancho de espada, me cantó falta envido y truco al decirme "Mi soundtrack favorito es el de American Graffiti", y fue un como de fatality, genkidama, t o d o. Ella no era x pero aún así, me parecía interesante.

-Martes 17hs en Dickens?

-Allí estaré?

16:30hs ya estaba ahí y ordené algo antes para llenarme más así cuando viene, pido algo liviano y quedo como un chico light que se cuida. Hamburguesa con papas fritas, y con ella un licuado.

La veo llegar y rápidamente viene sonriendo y haciendo sonidos con los tacos clack clack clack, un vestido floreado y un tatuaje de de Frida Kahlo, bastante lindo, pero tatuartela ya es lo mismo que tatuarte el logo de Coca-Cola.

-Hola! Cumpliste que ibas a venir.

(Mi fama de plantar personas me precede)

La charla casual, me jode un poco hacer ese cuestionario de los gustos como si fuera un interrogatorio para ambos, porque la verdad ni siquiera teníamos amigos en común para hacer de puente, pero cuando te reunís con gente así siempre se empieza con el "no sabés lo que pasó hoy" aunque haya pasado un 25 de Mayo de 1810, pero para iniciar la charla.

-No sabés lo que pasó, vi un gatito de lo más tierno subiendo a un árbol al salir de comprar unas cosas de la naturista.

-Ah, que lindo. (Me caen mal los gatos)

Al momento de pedir. yo ordeno un licuado y ella "una taza con agua caliente como si fuera para té pero sin el saquito de té".

-Lo que pasa es que yo tengo que ver lo que consumo, 100% natural para mi alma.

Yo en ese momento me acordaba del cacho de alma que me había comido con la hamburguesa.

-Me parece bien, hay que saber lo que uno consume. Pero yo la verdad que no, si sabe bien y no tiene una pinta extraña no me importa.

Empezó con un discurso que pasó por Avenida Carne es Muerte y desembocó en Legalicen la Marihuana. No sabía si estaba en un café o en una cadena nacional pero ya me quería ir.

-Me causa tanta impotencia no poder cambiar el mundo como yo quiero. Me imagino a tus viejos que eran hippies las historias que tendrán para contar y la energía positiva que expresan.

Lo más cerca que estuvieron mis viejos de ser hippies fue cuando le compraron churros al tipo que vendía en Arenabeach con el cartel que predicaba:



Es ahí cuando me di cuenta de que no era Nicolás Pratto sino que era otro Nicolás que tenía padres hippies y por lo que me iba contando mi vida era interesante, estudiante de la Malharro (escuela de artes) y vegetariano. Me sentía llenando una solicitud para el plan Pro-Cojer.

La verdad que estaba cansado por la charla y porque me habían confundido por una persona, una vez que salgo y no soy yo, llevando una vida que no tenía y esa falsa sensibilidad de los gatos, la energía cósmica de no sé qué, esto es la vida real, no un capítulo de Hora de Aventura. La chica es linda, si, yo soy lindo? No sé, pero me invitó a salir, bien, no, mal, porque me confundió con otro, pero seguía creyendo que yo era Nicolás de Tierra 2 y la película? Bien gracias.

Osea, ella me habla al pedo, yo se la hago doble, mirá que estás hablando con un desempleado que vive con sus padres y tiene la computadora en su habitación, ningún político me gana hablando al soberano pedo. Y tenía la carta a favor de que era otro, total le cagaba la vida a x y a esta chica no la veía más en mi vida.

-Yo podré ser vegetariano, pero una vez al mes me tengo que comer un chori en la cancha cuando vamos con los pibes a ver Aldosivi. No hay nada mejor que el fulbo y el chori.

-Pero me habías dicho que no te gustaba el fútbol, que era algo vulgar.

-Algo vulgar? No mamita. No hay nada vulgar en ver a Neymar parando la pelota de pseudo-rabona, eso es arte.

-Puede ser, el arte es libre, por eso está el cine, los libros y las pinturas...

-Y las películas de Jean Claude Van Damme, me voy hacer un tatuaje de él haciendo la patada en Bloodsport. Una película que se llama Deporte Sangriento es obvio que no puede ser mala.

-Ay, te vas hacer un tatuaje? Con quién?

-Acá con un wacho de la cuadra que está aprendiendo y necesita gente para progresar. Juega bien al Counter.

Esperaba un enojo de su parte, un desplante, que toda esa armonía y pose se fuera al carajo y me arrojara su "tecito", pero vi la cara de una chica decepcionada. Pero antes de que hiciera primera, me adelanté y le dije que me tenía que ir. Pude haber sido más forro y haberme ido sin pagar, pero me sentí culpable por su cara, nobleza obliga.

Llegué a casa y aliviado de que por fin era Nicolás Pratto, así que como Pratto de Tierra-1, lo primero que hago es ver lo que hay en la tele. Pongo Space y estaba casi por la mitad Bloodsport, el día no había sido en vano.



Días después la chica me volvió a hablar con una catarata de insultos y amenazas, de que le había robado la identidad a una persona, que iba realizar acciones legales. Todavía las estoy esperando.


jueves, 19 de mayo de 2016

Coffee and pedófilos


Después de almorzar fuimos a caminar, yo la seguía a ella, o ella me seguía a mí, perdidos en la conversación caminábamos sin rumbo hasta que llegamos a la calle Rivadavia y oh genial idea se nos ocurrió ir a Sacoa. Ya habíamos ido la vez pasada a modo de descarga de stress (pobre los cocódrilos del juego ese de golpearlos), pero ahora para divertirnos, y porque me había quedado con las espina de jugar al tejo y ella que es la mestra del juego ese de las monedas que empujan otras monedas.

Pero claro, es Mar del Plata en invierno, la ciudad fantasma que tiene todo cerrado. Así que Sacoa out, no había plan B anhelo de satisfacción y empezamos otra vez a caminar sin rumbo hasta que llegamos, viste esos momentos en que estás con alguien y entras a un lugar por entrar? Como cuando estás en el supermercado y te preguntas "por qué vine acá", acv de por medio. 

Nos sentamos y ella me da un regalo genial-espectacular-épico, de algo que me encanta como Star Wars y estoy disfurtando en estos momentos mientras escribo. 

  Una taza de Darth Vader. (Con la definición de esta foto me diagnosticaron Mal de Parkinson)                              

Me tiró Star Wars, increíble. Más cuando empezó a hablarme de las películas de Marilyn Monroe de Billy Wilder. Más genialidad? Está viendo un especial de peliculas del oeste de SAM PECKINPAH. No es alguien que te tira la obvio onda: Kubrick, ni hablar de los que te dicen Tim Burton. Ella te va a la raíz, disfruta. 

A todo esto, yo estaba asombrado y no me daba cuenta del lugar donde nos encontrábamos: un café de cuarta-kiosco-ciber-en construcción. Al lado nuestro pasaban tipos de la obra, gente que hacía fila para comprar en el kiosco y UN CIBER. CIBER. Ah listo re 2008. Ahora en el 2016, 8 años después la gente que va a los Ciber son pedófilos, la clase de gente que te dice "mami" o "bebota" por la calle, los que se ríen "jijiji" o "jejeje", esa clase de gente. Ella encantadora y la había traído a un lugar como este, pero no era lo peor. 

Lo peor fue cuando tanteo mi billetera y la siento liviana, qué pasó? Sólo tenía $100. Tengo miedo de mirar la carta. Miro la carta, la miro a ella, sonrío pero por dentro tengo ganas de llorar.

-Disculpame por no ser un caballero.

(ríe)

-Sólamente me alcanza para la opción 3: Café, Lágrima o Té acompañado con un alfajor de maicena. $45. 

-Ay Nico, no te hagas drama. Dale, no me importa.

-No, si hay que hacerse drama porque no te puedo traer a un lugar así lleno de pedófilos. Quiero ser caballero y cordial pero no tengo armadura, escudo ni espada. 

                                                                 Ella así.


                                                                  Y yo.


Me debo sacar el sombrero ante ella y pedirle disculpas. Al momento de pagar, la chica viene y de la nada nos dice:

-Chicos, qué pasó que no se comieron los alfajores? Quiéren que se los envuelva para llevárselos?

-No, lo que pasa es que no teníamos apetito.

Salvé mi dignidad porque la verdad si pedía envolver dós míseros alfajores era Brandoni en Esperando la Carroza. 

Se había hecho tarde, caminamos hasta su parada, se detuvo en un lugar donde venden figuras coleccionables, yo como a todo lugar que paso que sea comiquería-librería hago la señal de la cruz porque me encuentro en suelo santo. Se ríe hasta que llegamos a la parada y nos despedimos, nuevamente gracias por la taza y hasta la próxima, si claro, como si después de todo esto me quiera volver a ver.

Ay Nico, eso te pasa por salir. 

domingo, 17 de abril de 2016

Como en la Película



                      "A woman with six martinis can ruin a city". The Big Knife (1955)


No soy de las personas que salen con alguien que conoció en una red social, tampoco soy de las personas que salen, pero esta fue una omisión y el inicio de una amistad de película. No me acuerdo quién agregó a quién porque no teníamos amigos en común, pero un viernes a la noche estaba conversando con una chica acerca de música y cine, lo que cada uno hacía: artista plástica y actriz, por mi lado, escritor, o un intento de eso. Pero ante tal coincidencia de gustos, siempre hay un pero, y ese pero es que no vivimos en la misma ciudad. Pero no importaba, nos íbamos a ver en Abril porque acababa de publicar mi primer libro e iba a presentarlo en la Feria del Libro de Buenos Aires.

Reconozco que estaba entusiasmado porque es raro encontrar una persona de tu misma edad que no tenga gustos "de la edad tipo", fanática de los 60s, de lo Beat y POP. Cine: Nouvelle Vague y sus ramas. Música: te pasa de The Who a Virus en un parpadeo. Literatura: te pasa de Hemingway a la biografía de Moria en una hojeada. Físico y personalidad: Anna Karina y Elizabeth Taylor se parecen a ella. Vamos a decir que se llama Anna Taylor porque se parece a Anna Karina y bebe como Elizabeth Taylor.

                                           Quién es esta chica que lo es y lo sabe todo?




Por cuestiones de distancia y horarios no pudimos concretar, muy lindo lo del libro pero el viaje había sido en vano porque no pude encontrarme con ella. Fui a jugar el partido de visitante pero se había suspendido, faltaba el de local.

Pese a no vernos la charla virtual seguía su curso hasta que llegamos a Noviembre. Fines de Noviembre y principios de Diciembre es mi época favorita de Mar del Plata porque está el Festival Internacional de Cine y al terminar arranca el Festival Internacional de Jazz. Ella venía al festival de cine porque protagonizaba una película que estaba en competencia: Samuray-S de Raúl Perrone. Por fin nos íbamos a ver, le iba a presentar la ciudad, no venía a la ciudad desde los 11 años en vacaciones familiares, era su primer viaje sola y oh casualidad, un día de la semana que se quedaba, era su cumpleaños. 

Pero esa semana de festival, las olas y el viento sucundum-sucundum, ocurría en la televisión una maratón de Star Wars, era la época a poco de estrenarse The Force Awakens y a cualquier hora que prendías tenías algo de Star Wars Yo ya conté en otra entrada del blog (Dónde estabas en el 2011?) que las películas forman algo muy especial para mí y que no las debo traicionar. Estaba en un dilema, estaba colgado en Cloud City, me unía al lado oscuro y me quedaba en casa o salía con ella y destruíamos la Estrella de la Muerte? Un buen caballero Jedi sabe que debe sacrificarse anteponiendo sus gustos y nos encontramos.

Ella se hospedaba en un hostel cerca del Paseo Aldrey o Ex-Terminal, como quieran llamarlo y nos encontramos el sábado a la mañana, casi mediodía. Yo yendo por Alberti buscando el lugar correcto y me gritan desde un balcón:

"Hey Nicooooo, estoy acá arriba, ya bajo".

Baja y tiene el mismo vestido de Debbie en American Graffiti, me quedo tildado reiniciando Windows en mi cabeza. 



Nos abrazamos y me dice dos cosas que nunca me voy a olvidar:

"Pensé que eras más alto".

"Te cuesta mirar a los ojos, no?"

La primera salida, la opción obvia, la playa, pero recorremos la playa yendo al museo MAR. En el camino hablamos y acá siempre surge un problema cuando te hablas seguido con alguien en una red social y lo te ves face to face: de qué vamos hablar si ya nos hablamos todo? Anna es la clase de persona que la conocés día a día, siempre es algo nuevo. De camino al museo hablamos de lo increíble de esta situación, de un chat de hace un año y ahora acá.

"Vos escritor, yo actriz, el Festival, Mar del Plata, la paz del mar para inspirarse a pintar. Una ciudad por conocer".

El museo dejó mucho que desear, muy grande y pocas cosas, capaz porque no era temporada pero dame algo, la Moria POP ya no estaba y había una sala en mantenimiento, pero fuimos a la playa y pudo recoger en el camino unos rayos de sol que le encantan y algunos caracoles. Fotos, jugar a la orilla del mar que la ola te come, obviamente yo perdí, y así terminó el primer día porque debía irme a trabajar. La acompañé devuelta al hostel y nos íbamos a ver el lunes, día de su cumpleaños.

Llega el lunes a la mañana y ya tenía preparado los regalos: un vinilo beat y un libro de arte argentino de 1924, y mi propio libro. No soy tan buen guía de viaje, porque conociendo por tercera vez a Anna en medio de tal rica charla, me perdí y terminamos en el Hospital Materno Infantil (una anventura terrible la mía). Pero todavía no era mediodía así que no había apuro, además era su cumpleaños, todo mi día era suyo. Se le ocurre la fabulosa idea de, en vez de comer en un restarant, pedir algo y comer en la playa. Perfecto, yo quedo como un goloso total pidiendo media docena de empanadas de jamón y queso y ella como una lady, dos porciones tarta de verduras que no terminó de comer porque las sentía "arenosas", y para beber un jugo Ades de ananá. 

Otra vez playa, charla, charla profunda: ambiciones, relaciones frustradas, muerte, familia, religión y filosofía. Caminando tanto nos estamos acercando a Santa Clara pero decidimos hacer stop porque era demasiado y volvimos por las pequeñas calles que hay por allí que le hacen acordar a su barrio. Pequeño detalle, yo no me puse protector solar y tenía el rostro tipo 


Volviendo paramos en una plaza a descansar y a contestar los mensajes de cumpleaños mientras me habla de los happenings de Alberto Greco y la Menesunda de Marta Minujín como si ella hubiera estado allí, yo creo que lo estuvo. Mientras se me ocurre la maravillosa idea que si venís a Mar del Plata, ningún turista puede obviar...

Señoras y señores aquí están...artistas exclusivos de Mar del Plata...LOS CHURROS DE MANOLO.


Creo que nunca comí churros así en mi vida, pero es lógico porque nos habíamos recorrido toda la extensión de la playa. Café y churros, feliz cumpleaños Ornella. Estaba anocheciendo y estábamos cansados, la acompaño al hostel y de camino ella se detiene, sonríe, me toma del brazo y me dice:

"A mí mamá le encantaba venir acá!"

Otro artista exclusivo de la ciudad...SACOA.



Con lo que invertimos ahí, tranquilamente hubiéramos pagado la deuda externa pero no, vamos al Tetris, juega realmente bien, yo al Snowbros, Pac-Man y por último el clásico autitos chocadores que por suerte pudimos jugar porque...


Tuve una lección de humildad con los autitos chocadores, Anna hace trizas el mito horrible de que los hombres son mejores manejando que las mujeres. Ann estaba poseída, Imperator Furiosa en Mad Max Fury Road.. 

Uno de los mejores días que recuerdo había terminado, la despedí en la puerta del hostel y hasta el miércoles, porque no quería molestarla por si quería experimentar la ciudad por ella misma.

Martes al mediodía casi tarde, yo estaba en casa y recibo un mensaje de Anna:

"Nicooo, creo que me perdí, estoy Sierra de los Padres".

Es ahí cuando casí me agarra un ataque al corazón si algo le pasaba a ella. Cómo le iba a decir a sus padres?

"Ehhh hola padres de Anna, soy Nicolás Pratto, ustedes no me conocen pero soy amigo de su hija. Ann...Ann se perdió en Sierra de los Padres". 

Estaba por tomarme un tacho e irme hasta ya, yo tenía que asegurarme que estuviera bien, verla otra vez. Me estaba preparando y reicibo otro mensaje de ella:

"Ya me ubiqué, ahora estoy tomando vino, es hermoso este lugar para pintar".

                                                             Alivio total.
                    

Llega el miércoles y yo pensaba mostrarle la casa de Victoria Ocampo, Museo Castagnino y librerías del lugar. Llego y me dice:

"Tenemos que ir los dos a Sierra de los Padres, es genial".

Me sentí más aliviado que ella fuera la guía porque yo tenía miedo de terminar otra vez en el Materno Infantil. Se sabía qué colectivo tomar, dónde bajarse, había una pareja con su beba que se hospedaban en el mismo hostel y ella los guió. Anna es la Agente 99 en persona.



Yo tenía el tiempo limitado porque a la tarde tenía que trabajar, si claro. Miré el celular a las 10:27 cuando nos encontramos. Y lo volví a mirar 21:58 cuando llegué a casa. Tomamos sol en las sierras, tuvimos que escapar porque encontramos ratas, fuimos al lugar donde la gente deja sus pañuelos para pedirle bendiciones a los santos, hicimos de fotógrafos para dos señoras y nos dirigimos al restaurant que se ubica en lo más alto para almorzar y apreciar el paisaje.





Luego paseamos por las calles y nos dirigimos a una plaza del lugar, cada vez que recuerdo ese día y a ella suenan Los Gatos: Sueña y Corre. Nos acostamos en el pasto y hablamos de la paja y el arte, o del arte de la paja, no me acuerdo. Un perro-humano, si, así como lo estás leyendo, nos siguió todo el trayecto. En la vuelta quiso comprar vino patero para llevarle a sus padres pero el lugar estaba cerrado, al volver en el colectivo silencio de habernos hablado todo y el cansancio, nos pusimos a leer nuestros respectivos libros, luego se levantó a cederle el asiento a una señora y nos fuimos al fondo, allí me habló del taller de pintura que había empezado, que su profesor Emilio Fatuzzo es un gran maestro y que potencia de una manera increíble lo que uno quiere expresar, más ambiciones. Yo la miraba y me costaba creer cómo alguien puede tener tal potencial a esa edad, en la vida hay cosas que no se deben entender, simplemente apreciarlas.

La acompañé nuevamente hasta el hostel y nos despedimos. Estaba exhausto pero feliz, al otro día me levanté a las 5am para ir a trabajar y reponer el tiempo del miércoles, no me arrepiento.

                      

Playa, videojuegos, sierras, pero faltaba algo, algo sumamente especial, la razón por la que ella estaba aquí: su película. La película se proyectaba el jueves en el cine del shopping Los Gallegos. Noche de gala.

                                                                No tengo 11 años.

Había mucha gente. Comenzó la película y me emocioné, más allá del arribo de la película, era Anna la que me emocionaba. Ver a alguien que realmente se merece totalmente lo que ella con esfuerzo y compromiso logró. Estaba nerviosa y me preguntaba si la veía bien, si actuaba bien. No quería hablar mucho porque iba a llorar. No era lo cholulo de verla a ella en la pantalla y que esté sentada al lado mío, escribiendo conocí a la artista, en Mar del Plata conocí a la persona. Aprecio más al acto de ella cuando le cedió el asiento a alguien que lo necesitaba que verla en el cine, es una artista grandiosa que admiro, me enseña todos los días, me inspira, pero más allá de eso lo loable es la buena persona que es y la energía que contagia.

Termina la película, da una conferencia de prensa y salimos a festejar a un bar donde pasan Jazz. Entramos y estaban tocando temas de Charlie Parker. No quería tomar alcohol porque si ella lo hacía, quería asegurarme de llegue al hostel bien, el típico conductor designado. Estaba por pedir una gaseosa y me dice:

"Pratto! Vos te vas a poner en pedo conmigo". (Trae dos botellas de vino tinto).

"Una para mí y otra para vos".

Estaba perdido.

Tomamos y adivinamos los temas de Parker que tocan, pedimos papas fritas que estaban frías, bebemos y adivinamos el siguiente tema, nos reímos. Ella empieza a decirme que le gusta lo que escribo, yo sus pinturas y de lo excelente que estuvo en la pantalla grande. Llegamos a la conclusión de que esta noche era como La Dolce Vita y que yo trataba de que ella no se metiera en problemas, pero era tarde, los dos estábamos ya ebrios. Nos reímos por la comparación y tiramos los cubiertos al piso, pedimos otra botella, tomamos.

-Te tengo que contar un secreto, creo que me gustás.

-Yo también.

Habían terminado de tocar y nos queríamos ir afuera del bar a tomar al aire libre pero el dueño nos detuvo. No se podía beber alcohol en la calle. En un acto de astucia total de Anna, agarra una botella de vino, me toma del brazo, yo teniendo las dos copas con las que estábamos tomando salimos sin mirar atrás. Nos sentamos  en unos bancos que había en la esquina.

-Un beso.

-No sé, sos una persona muy peligrosa. Sos la clase de persona de la que me podría enamorar.

-Un beso.

Qué importaba ya todo?  El frío y la oscuridad. El mañana, si estábamos en el hoy. Distintas mundos. Tierra-1. Tierra-2. El canon se desgarra. Nos besamos.

No me acuerdo cómo pero llegamos al hostel, nos quedamos afuera, la misma secuencia anterior y yo saco mi cuaderno para leerle algunos de mis textos.

                                                 The Last Time I Saw Paris.

Entramos y nos quedamos dormidos en los sillones, el encargado me dejó quedarme hasta que llegue la luz del día. Dejé a Anna en su habitación y volví a casa tambaleando escuchando Piazzolla.

Por más que había pasado una vida, esta también finalizaba y estábamos en los últimos días antes de que partiera.

El viernes nos encontramos a la tarde-noche y comimos pasta en un lugar que queda por Colón que la verdad ni lo recomiendo, no venían nunca a atendernos. Comimos pasta y después fuimos al cine a ver una película cualquiera del Festival para recrear la escena de À Bout de Souffle. La película terminó siendo tan buena que nos quedamos enganchados.

"Rubin and Ed" de Trent Harris. Voy a mostrar una imagen para que te hagas una idea.



Está catálogado como la peor película del peor director de los 90s. No sé, para mí es un genio. Además estaba en la sala y brindó una entrevista de lo más cómica. Un maestro algo bastardeado en su momento porque se manejaba en el movimiento del VHS.

Salimos y volvimos al bar de Jazz pero ahora era un encuentro de motoqueros, no estaba el romance de la noche pasada. Aparte el dueño nos reconoció y le pagamos como caballero y dama que somos, obvio.

-Hey, vos y tu amiga la loca me deben plata por lo de ayer.

-No es loca, es porteña.

Nos fuimos a una de las fiestas que hacían del festival de cine pero llegamos tarde, lo malo de Mar del Plata es que a las 4am todo cierra. Volviendo al hostel Anna me enseña los pasos de baile de la película Bande à Part y no puedo creer que me tire a Godard a las 4:15am así de la nada. La acompaño hasta el hostel. Mañana era el último día.

Ella estaba ahí pero ya la extrañaba. A la tarde fuimos a la Plaza Mitre de civil y lamentó no haberse traído el longboard para aprovechar la ciudad. Descubrí que su debilidad son las barras Kinder. Estuvimos poco tiempo porque ambos debíamos volver para preparanos para la entrega de premios del festival de cine y después la fiesta.

Estaba explendida y luego de una entrega aburrida cargada de bastantes comentarios políticos fuimos a la fiesta. Tomamos, bailamos, ella bailó, yo era Frankenstein. Nos quedamos afuera pensando en las vallas que dividían la fiesta y los indigentes que dormían al lado. Como si fuera la película "El Ángel Exterminador" de Buñuel. Se queda dormida y se acerca Cristina, una brasilera encantadora que conocimos ahí y que se preguntaba por qué los argentinos del colectivo miraban tanto a las mujeres y que el machismo en Argentina es menos que en Brasil.

Acá es cuando las cosas empiezan a salirse un poco de su control. Toda historia interesante se vuelve más interesante cuando el alcohol participa, y se vuelve peligrosa ante la causa del mismo. El primer indício de que esto se iba a descontrolar fue cuando se acabó el champagne. El segundo fue cuando dejaron de pasar éxitos de los 70s y pasaron a música tecno. Y el tercero fue cuando a partir de las 3:30am nos empezaron a hechar. Una fiesta que termina a esa hora, lamentable.

Habíamos salido y nuestro plan original era el siguiente: fiesta, termina a las 7am, volvemos al hostel, la ayudo con el equipaje, la acompaño a la terminal y la despido cuando sale a las 9:15am. No había Plan B. Si hubo otra opción, nos hicimos amigos de dos chicas, una argentina y otra venezonala que querían seguir de fiesta como nosotros.

Nos tomamos un tacho y le preguntamos al hombre un lugar para seguir la noche, la venezolana saca el celular y dice:

"Yo conozco un lugar, se llama Mundo Dios y es algo de arte que está por la zona del puerto".

Yo soy marplatense y no conozco ningún Mundo Dios y como todos los marplatenses, tratamos de evitar el puerto.

Pero bueno, capaz tenía razón, había que darle una aportunidad. Paramos, tocamos en la dirección, una esquina, una casa antígua, de las altas. Nadie, responde, otra vez, lo mismo. Estábamos en el puerto, en la otra punta del hostel, lo bueno es que tiempo había y la amiga argentina saca el celular y dice:

"Yo conozco un lugar, se llama Zwan y es algo de arte que está por la costa"

Zwan me sonaba, nunca había ido pero sabía que buenas bandas concurren ahí. Tomamos otro auto y el tachero no sabe dónde ir y empieza a filosofar acerca del alba y el mar. Nos bajamos antes de que ocurra algo extraño y seguimos caminando por la costa hasta llegar.

Oh casualidad, estaban cerrando y ya no había prácticamente nadie. La venezolana y la argenta se pelean por vaya saber uno por qué y la argenta se va. Con Ornella habíamos acordado de ir a la orilla a presenciar al amancer y recrear el final de Los 400 Golpes de Truffaut. Nos habíamos separado de las dos pero la venezolana nos sigue y nos dice:

"Nada, es una tarada, no quiere ver el amancer. Me puedo quedar con ustedes y volver todos juntos?"

No había drama, recreamos la escena, fotos, abrazos, nostalgia por lo que iba a ocurrir cuando se marche.



El problema fue la vuelta, porque obviamente la plata se nos fue entre viaje y viaje y tuvimos que volvernos en colectivo junto con una horda de chicos en terrible estado que salían de un boliche de al lado. Yo le quería mostrar lo hermoso del amanecer en la playa a Ann y estos chicos me lo estaban arruinando. La típica del que hace ruido con la moto, comentarios machistas, gente descompuesta, todos yendo a la parada.

La venezolana en ese momento se puso extraña. Miraba la profundidad del mar y decía

"Alguna vez piensan en la muerte?"

"Ay, me caen bien, los invito a un té, pero a vos no porque sos hombre". (osea yo)

"Mi papá trabaja en la embajada y cuando fui a USA me arruiné la ropa y la cara para que me tengan miedo y no me hagan nada. Lo hice en un baño de Houston".

"Las mejores playas son las uruguayas".

"Tengo un cuchillo y gas pimienta por si algún pelotudo se acerca".

Se habían acercado unos idiotas pero los ignoramos y siguieron de largo, el problema fue cuando subimos al colectivo.

Nos dirigimos al fondo y en el fondo había un grupo de chicos y chicas, un novio de de estos le empieza a decir cosas a la venezolana y esta con toda razón le contesta para que se ubique, entra la novia bastante cornuda y lo empieza a defender al novio. Anna se mete y va hacia la novia para que se de cuenta de que el problema es su novio. Si la tocan a Anna  me meto yo y trato de calmar las cosas para que el chico se disculpe y podamos volver tranquilos a casa.

El ambiente parece calmarse, total ya nos teníamos que bajar, pero al bajar el chico le vuelve a realizar un comentario y la venezolana saca el gas pimienta y empieza a rociar a todo el colectivo, nos toma de la mano y empezamos a correr hacia donde sea.

Mi única cercanía que tuve con el gas pimiento fue viendo el partido de Boca vs River. Yo pensaba que si te tiran eso quedas totalmente imposibilitado para hacer cualquier cosa, pero no. Los chicos bajan y empiezan a corrernos.

Domingo 7:30am, Anna y yo corriendo junto con una venezolana para que unos salvajes no nos maten.

Es aquí cuando me di cuenta, cuando todo pasa en cámara lenta y soy consciente de lo que pasó en toda la semana. Tenía la saga de la que soy fan en la televisión, tengo muñecos, comics, lo que sea de Star Wars, vino Ornella y me olvidé de todo. De Star Wars, de trabajar, de las películas para ver en el festival, lo que sea. Ornella produce eso, nada se negocia. Porque mi amor por las películas lo comparto con ella porque me hace acordar de películas, me habla de las películas que me gustan y a ella le encantan. UNA CHICA QUE TE TIRA THEY LIVE DE JOHN CARPENTER A LAS 6AM. TE DICE QUE SU SOUNDTRACK FAVORITO ES EL DE AMERICAN GRAFFITI Y QUE SI TUVIERA QUE VIVIR EN UNA PELÍCULA SERÍA BLOW UP DE ANTONIONI.

La amé y la amo cuando corriendo por nuestras vidas de la mano, nos miramos a los ojos y nos dijimos :

"Esto es como en la película, Jules et Jim de Truffaut".



No sabíamos hacia dónde corríamos pero seguíamos a la chica que estaba delante de nosotros, doblamos hacia una parada de taxis y nos subimos a uno. Los chicos llegaron y querían abrir la puerta pero ya habíamos puesto las trabas, el taxista arrancó y los perdimos. Totalmente agitados llegamos al hostel y nos despedimos de la venezolana que seguía rumbo con el auto. Nos abrazamos y besamos, no podíamos creer lo que acababa de pasar. Nos quedamos un momento sentados para calmarnos y la ayudé con el equipaje a Anna.

Llamamos un auto, el último de toda la aventura de la semana, este para ya irnos a la terminal. Orne alerta está por sufrir un ataque de pánico, hablamos, nos abrazamos y nos calmamos. A todo esto no sabíamos qué hora era. Llegamos a las 7:43am. Habían pasado 13 minutos nada más de todo lo ocurrido.

Nos sentamos en el piso aguardando, con sueño, agitados, tristes. Ella se iba, el final de Casablanca pasaba por nuestras mentes.


Cada uno se entrega una carta dedicada al otro expresando lo que vivimos esos 7 días. Esos 7 días que nunca olvidaré, que conocí a una amiga, a una artista y una gran persona de la que estoy orgulloso. 

Al llegar el colectivo nos despedimos, ella sube y le toca un lugar arriba junto a la ventinilla, la veo, nos vemos y se pone a llorar. Yo no, Humphrey Bogart no lloró en Casablanca. Por último me mandó dos mensajes:

"No seas el tipo dirto de la peli, tirame un beso". 

Se lo tiro y el colectivo arranca y desaparece entre los edificios.

"Ya está, te diste vuelta y te vi desaparecer entre la gente. Andá a saber a qué rumbo. Hasta luego querido!"

"Como en la película", frase mítica que va quedar en la historia, toda esa semana fue "como en la película". Gracias Anna por hacerme pasar una de las mejores semanas de mi vida, y con total modestia sabés que yo aprendo de vos más de lo que vos podés aprender de mí.

Cada vez que escucho el soundtrack de American Graffiti me acuerdo de ella. Only you can make this change in me.



-Sabés Terry? Lo pasé muy bien esta noche. De verdad. La pasé muy bien. Tú me invitaste, bebimos whsky, vimos un asalto y fuimos al Canal. Te robaron tu auto, te vi enfermo y tuviste una soberana pelea. Realmente la pasé muy bien. 

-Si, yo todas las noches me divierto mucho.

-Quizá mañana esté libre. Por qué no me llamas?

-Si, podría. Tengo una Vespa como pasatiempo.

-De verdad? Es casi como una motocicleta y yo adoro las motocicletas.

-Haberlo dicho antes. Nos hubiéramos ahorrado un montón de diversión.

-Debo irme.